UNA DE CADA CUATRO ADOLESCENTES SUFRE DE DEPRESION
Una de cada cuatro adolescentes entre los 16 y 19 años, sufre de depresión según señalan estudios realizados en la Universidad de Alberta en Canadá, por la profesora Nancy Galambos, además de esto los casos depresivos se encuentran altamente relacionados con el tabaco.
Desde hace varios años es sabido que las mujeres de entre 13 y 65 años tienen el doble de posibilidades de sufrir depresión que los hombres, pero un nuevo estudio tiene alarmada a la comunidad científica, mostrando la forma como ésta enfermedad mental ha alcanzado a tantos adolescentes.
De otro lado investigadores de la salud mental realizaron un estudio por cuatro años a aproximadamente a 1.300 adolescentes (650 hombres y 650 mujeres) entre 12 y 19 años, para llegar a la conclusión que el 25% de las adolescentes de entre 16 y 19 años habían sufrido al menos un episodio depresivo a lo largo de sus vidas.
"Fue muy sorprendente para mí. Es un número sustancial de jóvenes que deberían identificarse como depresivos y obtener tratamiento", señaló Nancy Galambos, directora del estudio.
A pesar de las conclusiones a las que se ha llegado con este estudio, no se ha podido detectar las causas exactas de la depresión. Algunos opinan que las mujeres se ven más afectadas por todas las circunstancias o situaciones por las que se ven obligadas a atravesar en su vida. Otros aseguran que las mujeres reaccionan negativamente momentos difíciles o que son más débiles para enfrentarlos.
Por otro lado, también se cree que todo esto obedezca a la genética que favoreció a los hombres en este caso. Todo esto necesitaría una explicación biológica. Teniendo en cuenta lo anterior, cabe resaltar que entre las más recientes ediciones de la revista médica “Diario Internacional de Desarrollo del Comportamiento", aparecen como síntomas de la depresión: La fatiga, irritabilidad, falta de interés en sus labores cotidianas, insomnio, inseguridad y lo peor pensamientos suicidas, entre muchos otros.
"Vivir todos estos síntomas diariamente puede ser debilitador, y hacerte llorar todos los días durante varias semanas", señaló Galambos al diario "The Globe and Mail".
En adición, llamó la atención de científicos cierta relación que había entre éste fenómeno con el tabaco. Y se descubrió que tanto hombres como mujeres que llevaban fumando más de cuatro años experimentaban síntomas de depresión con mayor frecuencia que quienes no lo hacían. Pero para Galambos, no hay un motivo claro detrás de este hecho.
Si bien es cierto, fumar podría causar síntomas de depresión, pero también esto indicaría que los adolescentes que están preocupados fumen más.
Dejado de lado al tabaco, lo más preocupante es el hecho que muchos jóvenes se resisten a pedir ayuda, sobretodo las mujeres. Una investigación de la Academia Americana de Psiquiatría para Adolescentes y Niños mostró que una tercera parte de los adolescentes estadounidenses sufrieron al menos una vez una depresión, pero menos del 20 por ciento pidió ayuda médica.
Entre los jóvenes de 15 a 19 años, el 35,5 por ciento dijo que había experimentado al menos dos semanas de depresión, y el 5,9 por ciento dijo que estos síntomas habían durado al menos dos años.
Sólo el 15 por ciento de todos los participantes que habían sufrido al menos dos años de depresión había buscado ayuda médica, según el estudio, que también indicaba que las mujeres tienden en mayor medida que los hombres a informar de su condición y a tomar medicinas sin receta.
Experiencias de algunos jóvenes:
“Lo que pasa es que lloro, no se porque me deprimo tanto…lo que pasa les voy a contar lo que pasa fue porque me dijeron que el de “Tokio hotel” (cantante de un grupo juvenil) era mujer es por eso que estoy tan deprimida me quiero morir y luego dicen que soy lesbiana.”- Karen.
“En esta enfermedad se necesita ayuda de la familia, como podemos dejarnos ayudar por ellos, porque cuando entramos en crisis es difícil controlar nuestras emociones, idea, pensamientos, miedos, fobias, etc...Quisiera poder controlar estos síntomas”.- Gina Benavides.
Todos los que han pasado por la adolescencia, saben que es un tanto traumático, ese cambio de jóvenes a hombres y mujeres, a la adultez, y todas las complicaciones, biológicas, emocionales, afectivas que trae consigo crecer, madurar, pasar ese difícil umbral para finalmente, del otro lado, el lado de la madurez darse cuenta de lo magnificadas que algunas cosas estaban.
Pero no todos los jóvenes atraviesan por las cosas típicas de la adolescencia, también hay muchos que les toca “madurarse biches” entender, atender y solucionar conflictos que tal vez no les corresponden o que les tocó vivir como lo son el rechazo social, la drogadicción, la pérdida de años académicos, embarazos adolescentes, la obesidad, entre muchos otros casos.
Es cuestión de los adultos que los rodean como padres de familia, profesores, y demás familiares, atender y leer todos los síntomas y comportamientos de los jóvenes, sus cambios de ánimo y nunca despreciar o ridiculizar cualquier “problema” que ellos manifiesten por tonto que parezca. Es mejor prevenir que tener que lamentar...Nada es lo suficientemente insignificante si causa algún tipo de daño.
Se debe tener la mejor comunicación y comprensión posible con el joven a tratar, siempre se debe dejar una puerta abierta que los haga sentirse seguros para pedir ayuda.
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