martes, 29 de abril de 2008

LA DROGADICCIÓN: ¿VICIO O ENFERMEDAD?














“Puede parecer inofensiva la primera dosis, pero, ¿Quién te garantiza que puedas resistir la tentación de la segunda?”


La drogadicción y el alcoholismo pertenecen al grupo de las llamadas “enfermedades sociales” debido a que éstas se desarrollan en el seno de la sociedad y afectan a la misma.

Desde tiempo atrás la sociedad mundial en general ha concebido a los adictos a las drogas como dos tipos de personas: Los vagos millonarios o de vida vacía o los criminales que andan “sueltos” por las calles. Siempre se denota una tendencia a la estratificación socioeconómica denigrando a los adictos de menor poder adquisitivo o económico.

Por otro lado, las generaciones mayores, ven al drogadicto como un “sinvergüenza”, “vicioso”, “con malos hábitos”, “delincuente” etc. Si bien es cierto la drogadicción afecta a los jóvenes de hoy en día y que muchos consumen drogas por curiosidad, por estar en la “rumba” y que éstos podrían tener la oportunidad de dejarlas y echar el cuento de travesuras juveniles, otros se ven “obligados” a asumir los altos costos de la drogadicción como una enfermedad que arrastrarán por el resto de sus vidas, la drogadicción mas que un vicio, es una enfermedad y tal vez la peor de todas.

Y la verdad es que ésta enfermedad tiene sus síntomas, características y tendencias como cualquier otra, como el cáncer por ejemplo, la diferencia es que en los drogadictos hay degradación -además de células como en otra enfermedad- de la moral, de la persona en su totalidad, en su salud espiritual, mental y física. Todo esto conlleva a un rechazo social. Es una enfermedad cíclica, pues el afectado consume drogas para aliviar sus pesares y cuando la sensación de bienestar se va, el dolor, la tristeza, la baja autoestima, la ira, regresan magnificados…hay que volver a consumir.

Un dato cierto y escabroso es que, recientemente se comprobó a manos de un grupo de investigadores de las universidades de Columbia en New York y la Autónoma de Madrid, que la adicción a drogas como la cocaína -en este caso- se debe también a una cuestión genética, debido a la falta de un receptor cerebral de la serotonina. Esta es una monoamina que en el sistema nervioso central se encarga de la inhibición de estados de ánimos y mentales como el enojo, el sueño, la tristeza depresión, es decir, modula la intensidad del placer.

Todo esto implicaría que aunque la mayoría de personas desarrollan la drogadicción dentro de los espacios y ambientes socioculturales en los que forjan su personalidad, también podrían manifestar la vulnerabilidad al consumo de drogas ya sea por herencia de un familiar con ésta carencia genotípica. Ésta enfermedad, -localizada en el 3er puesto de enfermedades mortales por La Organización Mundial de La Salud- atacaría a los adolescentes de “adentro hacia fuera”.
Que el consumo de drogas persista hoy en día desde la época del Imperio Romano, no quiere decir que sea igual en todos los países, pues el consumo de drogas se ve afectado por la situación geográfica, cultural, social y de género, pues es mucho más común en varones. Así mismo, la edad influye en la clase de consumo, en las cantidades y repeticiones con que se haga, pues a medida que se acercan a la adultez y a las exigencias del día a día, los adictos o consumidores disminuyen o cesan de hacerlo.

En la vida real…

“Esta enfermedad es una obsesión, aparejada de una compulsión física, la obsesión es cuando pase lo que pase tienes que consumir es una idea fija por el consumo así te toque robar lo que sea hasta matar a alguien. La compulsión física es cuando haces contacto con la primera dosis y no puedes parar quieres más y más y más hasta que el cuerpo resista”.


“Mi nombre es Pedro Flores* tengo 29 años y soy adicto al alcohol y las drogas estoy en quinto semestre de Administración de Empresas nocturna en la Universidad de Cartagena.”

“Esta es mi historia….

“Yo empecé con el alcohol lo probé a los 11 años y con tres tragos me emborrache y prometí que mas nunca volvía a probar eso tan feo…

“Esa promesa duró 2 años, a los 13 volví a tomar pero esta vez fue otra sensación, no me dio malestar, todo lo contrario yo antes de probar el alcohol era un niño muy acomplejado me sentía inferior a los demás niños”.

“La baja autoestima, todo se desordena, y para eso era necesario el consumo y cuando consumíamos, reprimíamos todos esos sentimientos y se convertían en grandeza, nos creíamos dueños del mundo pero después volvía el dolor y la soledad y así sucesivamente, por eso se volvía repetitivo, queríamos ser parte del mundo pero no se nos era posible, el rechazo de la gente… eso nos volvía agresivos con la sociedad”.



¿Que sentimientos o sensaciones lo llevaron a tomar esa salida? (drogadicción)

“Por ejemplo, mucha baja autoestima, era envidioso, muy miedoso, me sentía muy solo, mis padres se separaron, después me abandonó mi madre, en fin cuando sentí por primera ves esa sensación que me dio el alcohol, me sentí el niño más feliz del mundo, los miedos se desaparecieron, el sentimiento de inferioridad desapareció, el miedo se desapareció”.

“Como será que un muchacho un poco mayor que yo me la quería como montar hace días y yo la verdad le tenia miedo y ese día que tome, en esa fiesta le pegue una cachetada, no me dio ni pizca de temor hacerlo, y lo hice y todos me empezaron a vanagloriar porque le pegué al más temible de la cuadra y yo me sentí el rey del mundo, dentro de mi algo decía que esa era la solución a mis sentimientos negativos de los que hablé ahora.. Allí empezó lo que mas adelante se volvió en mi infierno...”

“Mi fama creció y ya bebía más frecuentemente, no lo hacia todos los días, pero llegó un momento en que empecé a hacerlo todos los días de semana y estoy hablando de un lapso de 7 meses, desde la primera vez que tomé empezó a progresar mi enfermedad, por eso digo que es una enfermedad progresiva e irreversible”.

“A los 14 probé la marihuana y desde el día que la probé… Me quedé pegado inmediatamente. Empecé a consumirla todos los días de mi vida, al rato probé la cocaína, las pepas en fin etc. Empecé a juntarme con gente mala, empecé a perder los años, en los colegios me echaban porque me cogían consumiendo droga”.

“Mis amigos normales me empezaron a rechazar, empecé a entrar a otro mundo, no se en que momento empecé a sentir dolor, ese dolor en el alma, que uno se quiere arrancar el pecho. Me sentía solo empecé a andar con una pandilla , empecé a atracar a mano armada a estar en peleas de tiroteo , de machete de todo, lo que menos te imaginas mi fama, allí ya tenia 16 años, yo era el consentido de la pandilla te puedes imaginar”.


“La soledad nos persigue en todo momento, así estemos acompañados, es casi inexplicable, aun cuando estamos felices llegan momentos de insatisfacción, de depresión.”


“Yo nunca me imaginé llegar a ese extremo, las depresiones se hacían más fuertes, la soledad era inimaginable, empezaron los intentos de suicidio, me corté las venas, intenté ahorcarme, en fin lo que fuera. Mi familia no me quería a su lado me echaban la policía a mí, imagínate, mis resentimientos crecieron a tal extremo que quería matarlos a todo y eso me llevaba más al consumo”.

“Yo quería ser un buen estudiante y no podía hacerlo, un buen amigo, un buen hijo, nieto, pero la droga y el alcohol no me permitían ser la persona que deseaba ser en mi interior”.

“Después de quedar completamente solo me fui de Cartagena por un problema que tuve, le hice un atentado a unos de los Kalimanes, le pegué tres tiros y cuando me perseguían y entraban a mi casa, un día me acorralaron en un callejón sin salida y les cogí el carro a machetazos, gracias a Dios ninguno murió”.

“Los defectos de carácter que afectan a un ser humano normal, a nosotros nos afectan 20 veces más, por ejemplo: El miedo se vuelve incontrolable, la ira se convierte en un monstruo dentro de nosotros”.


“Me fui a Cali y allá mi tío creía que por darme cosas materiales, me puso a vivir en un apartamento a mi solo, con todo, plata creía que yo iba a dejar de consumir y fue lo contrario mi consumo se duplicó, y el dolor en Cali era inexplicable intente suicidarme de nuevo, hasta que dije después de un tiempo de estar allá, ¡No más! no puedo mas con esta vida y pedí ayuda tenia 18 años”.

“Esa fue la primera ve que tome la decisión por primera vez de dejar las drogas. Me internaron en una clínica, allí conocí los grupos de Alcohólicos Anónimos (AA) y Narcóticos Anónimos (NA), duré interno 3 meses y medio, pero mientras estaba interno yo tenia reservas, decía “Pero es que yo estoy muy joven para dejar de beber y de consumir, me decía como iba a ser en Diciembre, en Noviembre, en la fiestas el 24 el 31, creía que me iba a convertir en bobo o algo parecido”.

“Me preguntaba cómo iba a hacer para sentirme bien, y total eso lo tenia en mi mente cuando salí de la clínica volví a consumir, el mismo día en que salí se me prendió la obsesión y recaí...... empecé a ca***** en Cali a volverme loco y me devolvieron como un tubo para Cartagena, allí empezó otra etapa en la cual yo quería dejar de consumir y no podía”.

“Estando aquí empecé a ir a AA y se me era imposible parar, hablo del año 98 a iba me decían todo sobre la enfermedad, duraba una semana asistiendo hasta 15 días y llegaba un viernes y pum pum me estrellaba, me perdía de los grupos 4, 5 meses y regresaba vuelto una mie*** de nuevo a los grupos”.

“Me recibió mi familia aquí, pero después volvió el rechazo nuevamente, y problemas de los que nadie se podría imaginar. Eso fue muy doloroso y así en ese entra y sale duré tres años un día decía hoy no consumo y que va.... en la noche me volvía loco y tenia que consumir pasara lo que pasara”.

¿Como mantenías tu vida de consumo?

“Me da pena decirlo…Robando…robaba...Hice cosas muy fuertes mar***. Por ejemplo un día con otra persona, paré un taxi, el conductor era un señor de unos 50 años, le dijimos que íbamos para los lados de las América y eso antes era solo no estaban ese poco de edificios ni nada cuando íbamos por.. No mari** ese es muy fuerte… o sea atracaba o me metía en una casa o sea nena yo creo no paga especificarte las cosas ahora, o sea lo mío fue fuerte, de pronto te vayas a alejar di en tu trabajo que los casos es robo se vende la ropa de la persona no le importa quedar solo con un mocho y unas chancletas”.




En términos castizos esto significa que como pasa hoy en día, las drogas despiertan gran curiosidad en la mayoría de adolescentes, ya sea porque está prohibido, por probar algo nuevo como en la mayoría de casos porque representa una vía de escape, un intento de llenar un vacío, ésta predisposición genética hace que el que la padece sea mucho más vulnerable a la droga de su predilección y si a esto se le suma un hogar desunido, de abusos o corrompido donde el enfermo no tiene la formación y apoyo de su familia, se forma un cóctel letal para el que sólo hay un sedante más ningún antídoto. Una sigla, NA.


¡Bienvenido a Narcóticos Anónimos!


“Así, de lío en lío, de todo, así quedé yo cuando llegue a AA en el 2000, que por fin me pude quedar llegue con un pantalón prestado viejo, una camisa con hoyos”.

“Alternaba AA con NA y ahí me enseñaron que se descubrió que la adicción es una enfermedad y no un vicio, es una enfermedad psicosomática. Que es incurable, irreversible, como la diabetes, que afecta al cuerpo, mente y del alma, afecta la forma de pensar. Como por ejemplo el cáncer le da a cualquier mujer o niño que no tiene la culpa de nada o le da sida a la mujer más bella de la tierra, así es la adicción, que también esta comprobado científicamente que es una enfermedad genética, hereditaria…no se lo deseo ni a mi peor enemigo”.

Una de las muchas ventajas, aunque muchos no lo crean, es que los adictos en recuperación, que es constante pero valiosa tienen una mejor y más bella percepción de la vida, aprovechan cada segundo del día como si fuese el último, sientan más que muchos de nosotros que creemos que la vida es gratis y que sólo hay que vivirla. El adicto más inteligente y humano la vive a plenitud.

“Es importante que nosotros los adictos, reconozcamos y conozcamos nuestra enfermedad, para por medio de los grupos donde hay sesiones cerradas y abiertas (para quienes no son adictos), y a veces por recomendaciones de los compañeros, se compran el libro base de los 12 pasos, que aunque no son la cura de nuestra enfermedad, son con la voluntad y una vida buena y sana la mejor manera de luchar contra esto…Ésta es una lucha de todos los días, pero viviendo a plenitud “sólo por hoy no consumo”.

Sin importar las cifras, estadísticas o encuestas, cada uno de nosotros tiene el poder y la fuerza de voluntad para pasar por cualquier adversidad y salir victoriosos. De la mano de Dios cualquier camino es menos doloroso y completamente lleno de aprendizaje y experiencias. Quizás todos nosotros necesitemos de un libro que nos enseña así no sean doce, por lo menos cinco pasos para vivir la vida al máximo.

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